, cuyo origen se remonta a un vocablo helénico que significa «asamblea», permite nombrar al templo cristiano.
Catolicidad: con el significado de universal la Iglesia es católica en cuanto busca anunciar la Buena Nueva y admitir en su seno a todos los seres humanos, de todo tiempo y en todo emplazamiento, que acepten su doctrina y reciban el bautismo; dondequiera que se encuentre individuo de sus miembros, allí está presente la Iglesia católica.
Por el Bautismo los cristianos son liberados del pecado y regenerados como hijos de Alá, llegan a ser miembros de Cristo y son incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión.[61]
Orden sacerdotal: El Orden es el sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus Apóstoles sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos: es, pues, el sacramento del Tarea apostólico.
Las diferencias de clase, de procedencia y de raza, que parece como si debieran ser fatales para cualquier forma de unión, no pueden cortar este vínculo. Une al civilizado y al inculto, al filósofo y al campesino, al rico y al escaso. Todos y cada uno mantienen las mismas creencias, se unen en las mismas ceremonias religiosas, y reconocen en el sucesor de Pedro al mismo gobernante supremo, lo cual sólo puede ser explicado por un poder sobrenatural. Es una prueba evidente para todas las mentes, incluso las simples e iletradas, de que la Iglesia es una sociedad divina. Sin esta visibilidad formal, se frustraría la finalidad por la que se fundó la Iglesia. Cristo la estableció para ser el medio de salvación de toda la humanidad. Para esta finalidad es esencial que sus afirmaciones sean autentificadas de una manera evidente para todos; en otras palabras, debe ser visible, no meramente como lo son las demás sociedades públicas, sino por ser la sociedad del Hijo de Altísimo.
Ninguna explicación basta para justificar este aberración excepto la doctrina católica de que la Iglesia no es una sociedad natural sino sobrenatural, que la preservación de su vida moral depende, no de ninguna condición de la naturaleza humana, sino de la vivificadora presencia del Espíritu Santo. Los principios de reforma católicos y protestantes están en marcado contraste individualidad con el otro. Los reformadores católicos han recurrido de una vez por todas al modelo establecido frente a ellos en la persona de Cristo y al poder del Espíritu Santo para alentar nueva vida en las almas que Él ha regenerado. Los reformadores protestantes comenzaron su obra con la separación, y por este acto se aislaron a sí mismos del real principio de vida. Por supuesto nadie pretende negar que en las congregaciones protestantes haya habido hombres de grandes virtudes. Aun Vencedorí no es excesivo afirmar que en todos los casos su virtud se nutría de lo que quedaba en ellos de la creencia y praxis católica y no de lo que hubieran recibido del protestantismo como tal.
Actualmente, esta denominación se emplea para referirse a iglesias protestantes de diferentes tradiciones, especialmente aquellas centradas en la predicación del Evangelio y la experiencia personal de Seguridad.
La presencia de Cristo es la esencia de la vida de la iglesia. Es en la iglesia y a través de ella que Cristo encuentra, llama, transforma, equipa y envía a su pueblo al mundo. Todopoderoso se sirve de la iglesia para presentar la salvación a quienes no la conocen y para alentar la Convicción de los creyentes.
La importancia de la comunidad en la Sagrada escritura no puede ser exagerada. La iglesia como un solo cuerpo implica que los cristianos no sólo pertenecen a Nazareno, sino incluso los unos a los otros. La comunión con Cristo y con los demás hace de los creyentes una sola clan unida en el aprecio.
Bautismo: Es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu y la puerta que abre el ataque a los otros sacramentos.
Son consideradas iglesias sui iuris y están en un plano de igualdad con el rito latino, como afirmó el Concilio Vaticano II a través del documento Orientalium Ecclesiarum. Los fieles de estas iglesias están fuera de las jurisdicciones de los obispos latinos, excepto en los casos en los que no tengan una jurisdicción propia.
Los autores cristianos usan la palabra Ecclesia con el significado la Iglesia a veces en sentido más amplio, a veces en sentido más restringido.
Las órdenes religiosas no forman parte en cuanto órdenes de la clasificación de la Iglesia católica, pero dependen del papa y de los obispos de formas diversas. Ellas pueden ser de dos tipos:
La Eucaristía, sacramento central en la Iglesia católica. La elevación en la ofrenda según el rito romano. La Iglesia católica se ve a sí misma y se proclama como la encargada por Redentor para ayudar a recorrer el camino espiritual hacia Jehová viviendo el amor recíproco y por medio de la administración de los sacramentos, a través de this page los cuales Jehová otorga la Humor al creyente.